Bolívar y los Reumatólogos

DISCURSO DE INAUGURACIÓN. IX Congreso Colombiano de Reumatología
QUINTA DE SAN PEDRO ALEJANDRINO. Santa Marta 7 de Agosto del año 2003
Carlo Vinicio Caballero Uribe
Presidente ACR 2001-3
“Cuando los sucesos no están asegurados, cuando el Estado es débil, y cuando las empresas son remotas, todos los hombres vacilan; las opiniones se dividen, las pasiones las agitan y los enemigos las animan para triunfar por este fácil medio. Una debe ser la patria de todos los americanos... Luego que seamos fuertes por estar unidos, se nos verá de acuerdo cultivar las virtudes y los talentos que conducen a la gloria y el progreso destinada a la América meridional; entonces las ciencias y las artes que nacieron en el Oriente y han ilustrado a Europa, volarán a Colombia libre que las convidará con un asilo" Simón Bolívar. Carta de Jamaica. 6 de septiembre de 1815


Hoy 7 de Agosto, Nos encontramos reunidos ante el Altar de la Patria. Hace 184 años, Simón Bolívar logro derrotar a los españoles en la batalla del Puente de Boyacá después de haber realizado una de las maniobras militares más arriesgadas e importantes de la Historia de la Humanidad, como lo fue el Paso de los Andes desde los Llanos Colombo-venezolanos en condiciones precarias y a más de 4000 metros de altura. De esta manera sorprendió a los realistas y selló nuestra independencia, uniendo a la Nueva Granada y a Venezuela para crear a Colombia. Bolívar formó así, la base desde donde libertaria una extensión de terreno y personas que se extendía desde el norte de Sudamérica hasta los confines de la Argentina, gestando una obra cuyas dimensiones aún no hemos terminado de comprender. ¡El sueño de una confederación de naciones en una América hispana libre, independiente y con peso específico en el concierto de las naciones¡. Nunca fuimos tan grandes, nunca más lo hemos vuelto a ser.
El caudillismo, el regionalismo insensato, las intrigas, las penurias económicas de la nueva nación y los efectos de la larga colonización española no permitieron cristalizar para siempre el sueño bolivariano. Sin embargo Bolívar nos debe recordar el poder de la unión, el aprender a pensar en grande, el creer en lo nuestro, el tener decisión, patriotismo, verraquera y el edificar una visión conjunta positiva para nuestros sufridos pueblos.

La Asociación Colombiana de Reumatología como la Gran Colombia en sus inicios ha transitado los caminos de la Unión, la visión conjunta, el regionalismo constructivo y las propuestas autónomas. Después de 35 años y en especial durante los últimos 10 años hemos logrado integrar un modelo de desarrollo para una Asociación Científica basado en el respeto por las diferencias pero la unidad en las decisiones.
Nuestro modelo está centrado en las personas y reconoce el valor agregado que debe tener una Asociación. Por eso, a través de diferentes estímulos valora altamente el elemento humano en formación, las necesidades académicas de sus miembros o su producción intelectual. A pesar de ser un grupo relativamente pequeño, tenemos la fortuna de contar entre nosotros con historiadores, investigadores, pedagogos, docentes universitarios, académicos, políticos, gremiológos, intelectuales, empresarios y dirigentes que enriquecen la convivencia y permiten el debate respetuoso de las ideas y la generación de modelos propios, retribuyendo largamente lo recibido por la Asociación.

Esta proyección social y de servicio al reumatólogo, solo una parte de lo que hacemos como Asociación, también nos ha permitido solidificarnos económicamente debido a la variedad de productos que ofrecemos, a la seriedad y organización que tiene la Asociación, al el sentido de pertenencia por la institución y la proyección y visión compartida de todos nosotros que han logrado que la industria farmacéutica nos brinde un apoyo permanente e incondicional, los médicos su confianza al participar reiterativamente en cada uno de nuestros eventos y nuestros miembros su voto de confianza en las políticas y acciones de la Asociación. Esto demuestra, contra todo pronóstico, que la academia y la búsqueda de la excelencia aún en los tiempos aciagos de la ley 100 pueden ser rentables social y económicamente cuando se tiene un norte definido y políticas coherentes.

Nuestro modelo se opone al de muchas Sociedades Científicas del nuestro y de muchos Países donde hay fallas en la comunicación, centralización en la información, ausencia de democracia, falta de planificación, exceso de política y búsqueda de los beneficios personales ante que los colectivos. Basta ver las precarias condiciones de todas aquellas instituciones constituidas para la defensa del médico, que atomizadas, se disuelven lánguidamente con más pena que gloria.
Algunas entidades como Sociedades Científicas que ha apoyado proyectos como el de Recertificación y el Manual Nacional de Tarifas y el naciente Colegio Médico Colombiano buscan sacarnos de esta horrible noche en que está sumido el cuerpo médico nacional por no creer y trabajar por la unión como la premisa necesaria para el progreso.

Colombia como Nación, desde la época de Bolívar, sabe el alto costo de no respetar nuestras diferencias y no tener unidad frente a las decisiones colectivas de nuestra democracia. ¿Dónde estaríamos de haber entendido y perseverado en los ideales Bolivarianos? La historia no enseña reiterativamente que la Unión hace la fuerza. Necesitamos unión en nuestras familias, nuestras regiones, nuestro País, nuestros países, nuestras asociaciones locales, regionales, nacionales e internacionales. Como Asociación debemos seguir trabajando todos los días en Consolidar una Unión permanente para que no suceda lo de la Gran Colombia. Debemos hacer valer por encima de todos nuestros valores representados en la Equidad, Justicia, Unidad y Solidaridad ante todo y ante todos.

Acá, Desde el Altar de la Patria y ante la memoria de Bolívar, yo los invito a que exploremos el fondo de nuestro corazón y desde ahí decidamos para siempre no descansar en nuestro empeño de tener una Asociación de todos, por todos y para todos. Yo invito a que todos los médicos acá presentes apoyemos decididamente la Unidad Médica Nacional como el único camino para salir del largo túnel donde estamos. Yo los invito a que luchemos contra ese demonio interno de la individualidad que suprime y acaba la colectividad, que seduce y nos aleja de lo que sabemos es justo y necesario. Acá, desde el Altar de la Patria, rompamos nuevamente esas cadenas mentales y decidamos como lo hizo Bolívar hace 184 años, que nuestro tiempo ha llegado.
Muchas gracias

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